La Riada (Blackwater I) - Michael McDowell

¡Hola!

Os doy la bienvenida a mi primera reseña de este blog que, en principio, dedicaré a los libros que vaya leyendo. Como no tengo muy claro todavía qué dirección tomar, no os asustéis si notáis cambios en mi redacción (me gustaría hacerlo informal, pero a veces me cuesta no ser intensamente dramática).

Es, cuanto menos, interesante que haya elegido Blackwater para empezar a hacer reseñas más extensas que unas pocas palabras en una historia de Instagram. No sé si es vuestro caso, pero yo no paro de ver a gente hablando de esta saga (Twitter, Instagram, TikTok e incluso artículos recomendados de Google). Pues ahora me toca a mí. Vamos a ello.

Blackwater se presenta como una saga dividida en seis tomos ya que su autor, Michael McDowell, la publicó como una novela por fascículos. Yo os hablaré de mis impresiones sobre el primer libro: La Riada. Intentaré hacerlo sin spoilers, pero avisaré si se cuela alguno (ahí ya será vuestra responsabilidad seguir o no leyendo).

Quizás mi opinión se vea influenciada por las expectativas que tenía de este libro ya que, quizás por la sinopsis, por comentarios en diferentes redes o por mis propias suposiciones, creía que me esperaba una novela de terror al más puro estilo Lovecraft. Sin embargo, me he encontrado con una historia cuanto menos realista, incluso costumbrista en muchos aspectos. 

La historia comienza en Perdido, un pueblo que acaba de sufrir una terrible inundación. Se nos presentan los personajes principales, todos pertenecientes al pueblo (con las familiares amistades, enemistades, rencores y demás) menos una persona a quien rescatan de un hotel prácticamente hundido por el agua del río. 

¿Quién es esa persona? ¿A qué ha venido a este pueblo perdido de la mano de Dios? ¿Cómo ha sobrevivido en medio de la riada? Todos estos misterios (y otros secretos) son los que hacen que, durante toda la novela, haya sentido gran tensión. Un susurro a mis espaldas que, en cualquier momento, podía convertirse en un grito atronador. 

Y es ahí donde creo que reside el encanto de esta novela: cómo el autor construye la tensión poco a poco y no la suelta, no afloja. También aprecio el difícil equilibrio entre la realidad y la ficción que el autor pretende (y logra) conseguir. Desde luego, es una saga para amantes del misterio.

Tengo muchas ganas de seguir con la saga. Creo que en los siguientes tomos se desvelarán más secretos (o aparecerán otros nuevos), se conocerán mejor algunos personajes y sus intenciones y la trama se volverá más oscura con cada página.

¡Gracias por leerme! Espero que os haya gustado.

Nos vemos,

Aldara

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